miércoles, 18 de mayo de 2016

Los Clásicos se descubren.

Os voy a proponer otra actividad. Está vez los textos clásicos se descubren y se modernizan un poco en el lenguaje, mirad un ejemplo
                                     
                                      Lope De Vega.
                          ( El perro del hortelano )
    -Doña Diana: ¡ Muy lindo Santelmo hacéis !
                           ¡Bien temprano os acostáis !
                           ¡ Con la flema que llegáis !
                           ¡ Qué despacio os movéis !
              -Diana: ¡ Qué bonito destello hacéis !
                           ¡ Qué pronto os acostáis !
                           ¡ Con la tranquilidad que llegas !
                           ¡ Qué despacio te mueves !
                   -Di: ¡ Vaya luz más guapa !
                           ¡ Qué pronto te vas a partir leña !
                           ¡ Con la empanadura que tienes !
                           ¡ Qué lento andas !
                        Juan.

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lunes, 14 de marzo de 2016

Adaptando los grandes cuentos.

Os traigo otro reto esta vez un poco más difícil. Consiste en adaptar un cuento de algún autor famoso, mirad el ejemplo, he adaptado dos cuentos de Andersen.

El niño afortunado.

Érase una vez un niño que no tenia padre, pues murió en la guerra y su madre se caso con un hombre malvado que le obligaba a vender cerillas. Una noche de mucho frío, el niño regreso a su casa sin vender ninguna cerilla y su padrastro lo echó a la calle muy enfadado. El chico, de once años, buscó un banco para tumbarse, estaba helado, triste y con miedo. De pronto se le ocurrió encender una cerrilla para calentarse. La luz que desprendía deslumbraba como el sol. En ese momento surgió de las chispas una figura de fuego que era la de su padre. El chico lo miró sorprendido pero su padre lo tranquilizó y le dijo:
-“ No tengas miedo, no te preocupes, escuche atentamente. En el hueco del árbol que esta a tu derecha hay una escalera que lleva a una cueva donde hay cuatro puertas. En la primera, hay un león encima de una caja con monedas de bronce. En la segunda, hay un león con una cola tan larga como una caña de bambú y está sentado sobre una caja de monedas de plata. En la tercera, hay otro león con unos colmillos tan afilados como un sable y está sentado sobre una caja de monedas de oro. En la cuarta puerta hay un león que protege una caja de yesca.
Para bajar a los leones de las cajas tendrás que darle unos huesos que encontraras en cada sala. Guarda las cerillas que te quedan y descubrirás la sorpresa que te guarda la caja de Yesca”.
El chico hizo lo que su padre le dijo. Al ver tanto dinero se sintió afortunado porque podría valerse de sí mismo y sacar a su madre de la miseria. De repente, encendió la caja de yesca y apareció un león que le dijo que le concediera todos los deseos que quisiera. El chico deseo que le diera un susto a su padrastro tan grande que se marchara de la ciudad y los dejara en paz para siempre. El león hizo lo que ordenó el niño y el hombre desapareció de la ciudad. A partir de entonces el niño y su madre vivieron en una casa nueva, el pudo ir al colegio y tenían todo lo que necesitaban.
Cuando el chico se hizo mayor, una noche de navidad, paseando por el parque se encontró en un rincón a una niña vendiendo flores. La niña tenía frío y estaba asustada porque su padre la había echado de casa porque no había vendido ninguna flor. El joven se acordó de lo mal que lo paso en su infancia, y decidió ir a ver a la familia, le dio dinero y adoptó a la pequeña. Y le dio educación y todo lo que necesitaba.

Juan, 5º.

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miércoles, 17 de febrero de 2016

La Luz se apagó y ...

Os propongo un nuevo relato, en este caso es muy simple, solo tenéis que hacer el relato pero empezando con la frase, " La luz se apagó y ". Mirad este ejemplo:
                                      
                               Los monstruos traviesos.

La luz se apagó y como todas las noches los monstruos salieron de la oscuridad. Yo, como siempre, intentaba dormir tapado hasta la coronilla, pero ellos me hacían cosquillas y tiraban de las sábana para que no me durmiera. Y es que estos monstruos querían jugar conmigo. Llevaban un tiempo dándome la lata, hasta que un noche me harté y me fui con ellos, entonces me llevaron a su mundo. Era un mundo extraño pero divertido, era el " Reino de los monstruos traviesos ".
 Flip y Flap, que así se llamaban, agitaron unas bolas mágicas y aparecieron dos portales dorados que conducían hasta su mundo.
 Los atravesamos y después de un poco de niebla apareció una increíble ciudad llena de monstruos de muchos colores, simpáticos que daban risa más que miedo. Y es que estos monstruos eran agradables y solo querían hacer el bien a todo el mundo.
 De pronto, me di cuenta de que habían tres lunas llenas que se alinearon formando una sola y entonces empecé a crecer mucho, hasta que me convertí en gigante, mientras que Flip y Flap y todos los demás eran más pequeños que yo. Todos me acusaban de dar pisotones y que retumbaban mis pisadas en la calle. Yo estaba preocupado porque esa no era mi estatura y no quería hacer daño a nadie. De repente comenzó a salir el Sol. Cerré los ojos porque sentí que caía por u  pozo y noté que volvía a mi estatura normal.
De pronto, oí a mi madre decir:
- ¡ Despierta, que hay que ir al cole !.
Y cuando abrí los ojos supe que había sido un sueño, aunque no me importaría que Flip y Flap me hagan una vista esta noche.
   Juan.
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sábado, 6 de febrero de 2016

Relatos Llenos de Refranes.

Os propongo un reto, empezamos por lo fácil prácticamente dejándonos llevar por la ley del menor esfuerzo. Lo que tenéis que hacer es un corto relato o historia en la que aparezcan el mayor número de refranes o frases hechas posibles. Mirad el ejemplo que se me ha ocurrido:

       Una tarde loca.

Era el cumpleaños de Juan y Pablo estaba invitado, pero le mandaron muchos deberes y se puso a hacerlos " a lo loco ". Cuando terminó, miró el reloj y vio que llegaba tarde. Salió " corre que te corre ". Al llegar a casa de Juan, llamó al timbre equivocado porque " veía menos que un gato de
yeso ".
 Cuando llegó al piso correcto, Juan se lo " tomó a la tremenda " y le dijo " ¡ a buenas horas, mangas verdes ! " . Pablo lo contestó que había estado más " liado que la pata de un romano ", pero su amigo lo ignoró y susurrando, Pablo dijo: " ¡ vete a la porra ! " pero como las paredes oyen ", Pablo acabó en la calle. " Le importó un pimiento " porque era de Linares donde " dos huevos son tres pares ".

Juan.


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Bienvenida

Bienveni@s a todos, en este blog vamos a divertirnos creando y leyendo muchas historias. Espero que lo disfrutéis.